Una serie de catastróficas desdichas...

Prefiero hacer de tripas corazón, al menos en este momento del día, a lo mejor dentro de dos horas me dan ganas de enterrar la cabeza bajo tierra y esperar a que pase el huracán ( si es que se decide a dejarme en paz...).
Digamos que llevo una semana y media en la que no logro deshacerme de una nube negra que me ha salido en lo alto del cogote... Necesito desahogarme, frivolizar todo esto, sentir que sólo es parte del guión y tratar de tomármelo con el mejor humor posible...
El martes pasado tuve visita médica en la que me dieron una pésima noticia que creo que no viene al caso, porque debería explicar demasiadas cosas y remontarme en el tiempo.
Dos días más tarde, durante la madrugada del jueves al viernes recibimos una llamada de teléfono de mi madre comunicándonos que mi abuela había fallecido... así, sin esperarnoslo ni lo más mínimo, sin avisar, a sus muy bien llevados 79 años... Con todas sus capacidades en perfecto estado, fumadora de toda la vida, una gran cocinera, con su rodilla de "mentira"... Un palo al que me resultó muy difícil enfrentarme teniendo en cuenta que era la primera persona querida que se me muere.
El día antes había tenido una de las más monumentales discusiones con mi madre, que me dejó helada y con muy mal sabor de boca...
El fin de semana ha sido una rara odisea de tiempo difícil de medir, pasando ratos dormitando, sin saber muy bien distinguir entre el sueño y la vigilia... recibiendo pésames (algo horrible), tratando de no ahogarme...
El lunes vuelta a la normalidad, al trabajo, a la desprotección que me suponía estar sin Raül frente al mundo después de este fatídico fin de semana.
El miércoles por la noche atacaron a nuestro perrete, un cruce de pastor alemán se le abalanzó y fue directo a por su cabeza y su oreja, tuvimos que ir al hospital veterinario de urgencias, pero lo más divertido es que al salir de allí, que era más o menos la una y pico de la noche, el coche se negaba a dejarnos girar la llave en el bombín, por lo que tardamos unos 15 minutos en arrancar el coche, llegamos a casa muertos, y me quedé sin velada de San Juan, ni quemar deseos ni hostias...
Ayer jueves sufrí en mis carnes el timo de la estampita, o algo parecido y me sablearon 10 eurazos!!, no conforme con eso, la suerte se siguió riendo de mi y tuve un "percance" con el coche, pero sin lamentar ningún herido ni daños mayores...
Total, que parece que estoy en un programa de la tele que debería titularse; "¿Cuantas perrerías puede aguantar MJ en la misma semana"?
Harta de que las cosas sigan así y muy agotada física y mentalmente, he tomado la determinación de negarme a recibir más malas noticias por el momento, a no sufrir más desavenencias y a llamar a la buena suerte y las buenas energías a mi lado.
No se si surtirá efecto, pero es que rotundamente me niego a seguir así. Y algo más; el domingo pienso dormir hasta que me aburra!!!!