Y lo que hay que saber es que efectivamente los monstruos existen. Como lo leéis. Los reconocereis por ser esas ideas abstractas o concisas, esas emociones desconcertantes, las ideas que no comprendemos, las cosas que pasan a nuestro alrededor y que nuestro humano cerebrito es incapaz de descifrar, como si de un código alienigena se tratase.
Crecer y hacerse mayor es un gran monstruo.
Ver un monstruo es sentir la incapacidad, y ser consciente de ello, de comprender y de "ver" algo que tenemos delante de las narices.
Como somos seres humanos y el miedo es una emoción que conocemos bien, es la única salida que encontramos al experimentar el encuentro con un monstruo, solo que no es en realidad una salida, sino una puerta falsa, que nos da en las narices y nos obliga a caer de culo y a tratar de asimilar la situación.
Entonces berreamos y pataleamos, nos enfrentamos a ello de una manera escandalosa, y al final hay que sucumbir al encanto del monstruo en cuestión, o pasar sigilosamente por su lado, a ver si nos ignora y podemos seguir haciendo nuestro camino.
Seguro que todos habéis topado con monstruos, ya sabéis; amor, desconfianza, celos, odio, inseguridad, admiración, superstición, envidia, humillación, incluso la fe es un monstruo... uno peligroso que manda muchísimo...
Tened cuidado si se os aparecen por la noche, o por el día, o detrás de una columna o al doblar la esquina... yo sólo puedo daros un consejo para atajar el problemonstruo, y es que le miréis directamente a los ojos y tratéis de comprenderle, a veces ellos se sienten tan solos como tú...
Para más señas ved "Donde viven los monstruos" y tratad de comprender...
