LO QUE TÚ ME QUIERES VENDER... Y YO NO QUIERO COMPRAR

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miércoles, 30 de abril de 2008


Una cintura de avispa, unas piernas kilométricas y bien torneadas, un culo duro de escándalo, unas tetas que desafíen las leyes de la gravedad, unos labios carnosos que inviten a ser besados, una cabellera de ninfa, una mirada sensual de larguísimas pestañas, unas uñas con manicura francesa, unas pestañas que, al caer, hagan que pierdas el sentido, un pubis depilado hasta el extremo, una piel de bebé....
Y así podría seguir hasta consegir la belleza perfecta. Pero ¿qué es eso de la belleza perfecta? ¿Con qué rasero medimos álgo tan etérero?. Ahora está de moda decirles a nuestras niñas que el príncipe encantado no existe y que la belleza interior y una mente cultivada es lo que cuenta, pero, ¿cómo conseguimos que nos crean?, si al visitar el kiosco o al encender la tele nos encontramos con las diosas del Photoshop bendito.
Estaría bien que algunos hiciesemos examen de conciencia y mirasemos un poco hacia delante para darnos cuenta de la presión a la que viven sometidos millones de mujeres y hombres, que nos diesemos cuenta, de verdad, de que al llegar la primavera nos bombardean con la idea de la "operación bikini" o "la tableta de chocolate".
Me acerco al kiosco de turno y me encuentro con esas portadas en el escaparate, mirandome de soslayo y con un dedo acusador en forma de titular que me interroga al pasar preguntandome ¿está tu cuerpo preparado para sobrevivir al verano?. Entro rápidamente y sin mirar los estantes llenos de publicaciones de la editorial "Lucifer" para no enfrentarme a la maldición de mirar a los ojos de una "Medusa" que me hipnotiza y me obliga a doblegar mi voluntad y caer en la tentación de fustigarme y castigar mi cuerpo que se niega a parecerse al de una actriz porno o al de una modelo de fama internacional cuyo cuerpo grita suplicando un buen plato de lentejas de mamá.
Me castigo pensando si merezco un novio que me quiera a pesar de no tener unas medidas perfectas y una sonrisa premanente de copmlacencia. ¿Tengo derecho al reconocimiento público, a que me quieran mis amigos tal y como soy?, ¿soy capaz de mirar a otra chica con más caderas de la cuenta sin juzgarla y pensar que es una "zampabollos"? ¿estoy obligada a reírme de un chico en la playa porque no pueda hacer la colada en su torso?... Ay... no sé, no sé... Igual es mejor que eche la cabeza hacia atrás, observe la inmensidad del cielo y deje que la luz de la caprichosa primavera inunde mi cara y mi alma, esperaré al verano con el ansia de una niña pequeña para comer helados de pistacho y bañarme en el mar todos los días recoger conchas en la orilla y ver como mi piel coge ese colorcillo dorado que tanto me gusta. Disfrutaré de las terracitas y las cañas con amigos de sonrisa verdadera que me cuentan lo que sienten y me besan al despedirse.
El mundo no está loco, nosotros sí.

El cortometraje a continuación no tiene desperdicio... Algunas mamás y algunos papás deberían verlo para ver si se les ponen los ojos en blanco y empiezan a echar espuma por la boca de una vez. Que ustedes lo disfruten!


10 comentarios:

La Rubia dijo...

Muy buenos los videos...

Y la verdad es que tienes toda la razón. Cada día que pasa estamos más influenciados por la sociedad y el culto al cuerpo, sin darnos cuenta que son falsas realides... todo márketing y consumismo...

¿¿Pero se puede hacer algo?? Yo creo que ya tenemos el cerebro demasiado "comido" como para cambiar la visión y no prejudgar al resto x el exterior...

Saludooos.

Gimyfloid dijo...

que reflexión más estupenda y que razón tienes! algo se puede cambiar; al menos pondremos nuestro granito de arena. Me encantó.

Beth dijo...

¡Qué bueno lo que escribes!

Si te pasas por un kiosco es lo que encuentras, portadas con chicas delgadísimas y chicos musculados, recordándonos al resto de los mortales que debemos tener un cuerpo de escándalo para poder ir a la playa o quitarnos un poco de tela de la ropa.
Mentalmente hablando no todos estamos igual de preparados y hay personas a las que éste tema les influye de una forma destructora. Y eso si que me entristece.
Yo fuí al kiosko a recoger mi número nuevo de la Rolling Stone e hice caso omiso a las portadas de bombones prefabricados. Soy como soy y al que no le guste que mire para otro lado.

Por cierto, me ha gustado mucho tu blog...espero poder seguir visitándote.

jm dijo...

Sí, la verdad es que no solamente en las portadas. Abres casi cualquier revista y te encuentras anuncios de alcohol y cuerpos perfectos de hombres o mujeres anunciando cosas: crema antienvejecimiento, productos adelgazantes, perfumes. Y luego está la televisión con los anuncios absorbeneuronas, y adolescentes que quieren copiar todo, incluso lo que no podrán llegar a tener. Porque ningún anuncio se para a explicar que el/la modelo que sale es una persona que dedica casi el 100% de su tiempo a cuidar su cuerpo. Operaciones. Retoques de Photoshop, y más. Esa es la realidad cotidiana impuesta.
Si más o menos vemos todas estas cosas y sabemos lo que son, esa suerte que tenemos, porque hay gente que no lo ve así, y que se siente desgraciada por no llegar a ser como las personas de los anuncios. Eso si que es verdaderamente triste.

Salva dijo...

Me ha gustado mucho el artículo, tienes toda la razón del mundo, esas revistas condicionan y mucho, sobretodo a los más jovenes.
Creo que si algo tiene bonita la adolescencia es el proceso de aceptación de uno mismo, el aprender a quererse tal y como somos, aunque siempre podamos saber cómo dar más partido de nosotros mismos, je ;)
un besote

MaryJane dijo...

Boyzen: Quizá el proceso de adaptación al que te refieres es lo que estan mancillando esos fantasmas de la publicidad... Un saludo majo!!

Unknown dijo...

Muy buen artículo y muy bien escrito, tienes toda la razón del mundo con lo que dices, es un desastre que millones de hombres y mujeres llenen la capacidad de los gimnsios, para dejarlos en septiembre(¿Por qué no siguen todo el año y ya está), las dietas fantásticas y nada saludables y algún que otro tatuaje para lucir bien. Espero que todos estos rasgos superficiales no definan al ser humano del futuro. Por lo menos alguno que otro se lleva un libro a la playa...jeje, un besote

EGR dijo...

Pues Mary Jane, yo también soy feminista. Tienes toda la razón del mundo. Pues tengo en mi casa muchísimos números del vogue que para el próximo 25/7/08 los voy a quemar.

Eldemo dijo...

Bueno Mary Jane, mi primer comentario! Me ha gustado mucho el artículo que has escrito, tienes toda la razón del mundo. Da la casualidad que esta mañana mis compañeros y yo comentábamos que no nos gustan las chicas de las revistas, son demasiado artificiales, y nuestras compañeras no nos creían. Es increíble como hacen creer estas revistas a las mujeres que tienen que ser objetos prefabricados para gustar a los tíos.

MaryJane dijo...

Lestat; tienes razón, que cada uno administre su tiempo de salud como quiera, jejeje...
Elena; grácias por tu aportación, ya te firmé en tu blog, visitame cunado quieras!
Eldemo; grácias por la visita, ojalá todos los tíos tuvieran las narices de decirles a muchas tías lo que de verdad les gusta, el mundo estaría más relajado, jiji.. Un saludo!