Quemar la noche

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martes, 24 de junio de 2008


Ayer noche fue la verbena de San Juan. Me uní al ritual de unas amigas en el que quemamos nuestros lastres escritos en un papel enrollado en hilo rojo.
Nunca he sabido muy bien si hay que quemar lo bueno o lo malo, cuántos rituales distintos se recomienda hacer ni a qué hora exactamente se supone que se han de llevar a cabo.

La cuestión es el inmenso deseo y la necesidad de renovar la savia que llevamos dentro para purgarnos de lo que repudiamos, para llamar a las buenas nuevas, para acercarnos un poco más a nuestros deseos y casi tocarlos con la punta de los dedos.
San Juan es una excusa perfecta para dejarnos llevar un poco por la pasión del momento, por los antepasados paganos que nos inducen, en cierto modo, a hacer lo que el espíritu nos dicta.

Observar el fuego, crepitando con tanta furia, salvaje como un amante enloquecido y ciego de amor, es siempre hipotizante, casi mágico. Es un momento de comunión con un elemento purificador, al que rogamos, internamente, que nos purifique también, que nos limpie.

Nos permitimos la licencia de pedir secretos deseos al fuego, quizá los más terrenales, quizá los más ocultos, nos permitimos pasar de la ralla y descuidamos por un momento la máscara que nos cubre de sobriedad y decoro.
El fuego te llama, te pide que te acerques y te entregues, pero tu cuerpo, que es de carne, se niega, incapaz de comprender los designios del alma y lo místico...
Menos mal que tenemos un cuerpo de carne y una mente alerta, que si no muchos acabarían en la hoguera...

Meme culinario

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miércoles, 18 de junio de 2008


Este meme me lo traigo desde el blog de JM, como es cortito y sencillo, me apetece ponerlo, así, el que quiera que lo haga, y le conoceremos un poquito más...

1. Alimento que no me gusta: El hígado.

2. Alimentos favoritos: Tortilla de patata, arroz y pasta. Y los paninis caseros de Cris.

3. Mi receta favorita: El arroz vegetal de mi mami.

4. La bebida de mi predilección: Zumo de naranja (sobre todo por la mañana y recién exprimido). Clara con limón.

5. Plato que sueño realizar y que aún no he hecho: Gñocci caseros.

6. Mi mejor recuerdo culinario: Una pizza en Venecia, me quedé con ganas de mucho más!

Ahí queda el meme, a ver quién recoge el testigo. Yo propondría a Sunne, Dante y Eldemo (que no lo hará porque yo no hice el que me pasó él de las series, que era larguísimo... jiji).

La miga de la vida

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La vida es un amante salvaje, despiadado y apasionado sin medida. Te balancea entre sus brazos de tiempo y emociones. No tiene razón, no pregunta ni tiene en cuenta si es el momento adecuado cada vez que te da un bandazo.
Nos hace vivir prendados de lo vertiginoso de las emociones y las sensaciones. Nos castiga y nos regala momentos a partes iguales. A veces, ni nos da tiempo a pensar dónde estamos ni porque actuamos así.
La vida a veces me aterra y a veces me enamora, tanto que siempre que me besa me deja estupefacta y rendida sin remedio. La vida me desarma y me gobierna. Me hace perder la razón y otras veces me hace hasta cosquillas.
Creo que es como una gran montaña rusa, en la que, ahora que estás subido, no va a parar por ti. No te da tiempo ni de pensartelo. Pero es divertida.
Tiene una capacidad increíble para sorprenderte, en el momento que creías que le habías cogido el tranquillo, zzuuummm!!! Pendiente pronunciada, caída libre y looping triple.
También puede ser cariñosa, y de pronto encuentras que en el camino no estás tan solo, porque ella va y pone personas en el arcén que hacen las veces de ángeles momentaneos para nosotros. Unas palabras sencillas y la magia está servida.
Amigos, la vida está loca, y yo embebida de su locura.

El valor del tiempo

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sábado, 14 de junio de 2008


Tal y como sucede en la ficción, en las series y pelis que vemos, las historias de amor son irrepetibles e incomparables entre ellas. Seguro que los que estais leyendo este post no habeis podido evitar comparar vuestras relaciones o aventuras con lo que veis en la pantalla y os habeis preguntado en alguna ocasión; "¿cómo reaccionaría yo en una situación así?", o habeis afirmado "yo por esto no estaría dispuesto/a a pasar ni de broma"...
Los motivos que nos da el amor para actuar, a veces, tal y como aseguramos que no lo haríamos son tan inexcrutables como los dichosos caminos del Señor.
Hay algo que dice mucho una amiga mía, y creo que tiene toda la razón del mundo; cada vez que nos enamoramos, creemos que es para siempre, es más, estamos seguros de ello.
Creo que el ser humano tiene una capacidad innata para conectar de repente con otra persona a un nivel especial, como cuando en un videojuego desbloqueas una pantalla secreta que no estaba prevista, y a partir de ese momento se desencadena una serie de peripecias casi mágicas en nuestra mente y en nuestro organismo que nos dotan de cualidades superlativas, como verlo todo en positivo, ser más tolerantes o creer que el mundo es un lugar maravilloso, ya que esa otra persona existe.

Por eso pienso que nos podemos enamorar en cuestión de horas o incluso minutos, pero la verdadera dificultad consiste en desengancharse del otro, en reconocer que la pasión se esfuma pero quedan un montón de cosas que valorar y que nos unen al otro. El tiempo, los recuerdos, las charlas, los deseos, las ilusiones, los tratos, las discusiones, los besos, los momentos infinitos... Son cosas compartidas que se clavan en nuestro interior y que no podrás arrancar jamás, pero si se acaba, tendrás que vivir con ello, y la sensación puede ser parecida a salir de un rosal que nos atrapa entre sus espinas; estás acostumbrado a que estén clavadas en tu piel, pero al quitarlas el dolor es más fuerte.

Al final, el tiempo es siempre el dueño y señor de nuestras cadenas, la capacidad de adaptación a ti mismo/a de nuevo es casi chocante, y dependerá del tiempo y de su intensidad la forma en que superemos una ruptura y la sobrellevemos.
En nuestra naturaleza debe de estar la facilidad con la que de pronto, damos un giro de 360º y tomamos un nuevo rumbo.
El tiempo dota de valor a muchas cosas, y a veces, una historia de amor compartida tiene un valor definido y distinto para cada componente del tándem.
El tiempo, medido de esta manera, se podría casi guadar en cajitas donde no pasen los días, ni los minutos, ni los segundos, donde puedas conservar los recuerdos que tú selecciones, para poder abrirla de vez en cuando y sentir que ese tiempo forma parte de la historia de tu vida, y que no quieres deshecharlo.

Nuevo ministerio

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domingo, 8 de junio de 2008


Bueno, por fin tenemos ministerio (y ministra) de igualdad. Yo estuve en las primeras jornadas en que se celebraba este acontecimiento con varias ponencias en las que se hablaba desde un punto de vista femenino al respecto de este tema.
En alguna ocasión he oído por ahí lo de que "ya tenemos bastante igualdad", y "¿qué más queremos?"... bufff, sin comentarios. Para mi oir eso es como la frase aquella que da título a un libro "Mi marido me pega lo normal" de Miguel Lorente Acosta.
Tengo esperanzas puestas en que se empiece a ver una nueva luz en el tema de igualdad, cambios palpables y reales.
Suena a utópico, pero es la verdad, aun queda tanto y tanto por hacer, que dudo que los hijos de nuestros hijos y las hijas de nuestras hijas lo vivan.
La nueva ministra de igualdad, Bibiana Aido, me pareció una tía maja, con ideas interesantes y muchas ganas de hacer las cosas bien, de trabajar y de escuchar a la gente. Tuve la suerte y la oportunidad de estar presente en el café que se ofreció a algunas entidades y de carácter privado, por pura cuestión de suerte, creo yo, pero estuve, y la escuché hablar. Y me gustó lo que dijo y cómo lo dijo, ahora llega el momento de ponerse manos a la obra con el tema, recordemos que es una cuestión de todos, a todos, sin excepción, nos interesa que se haga real.
Hagamos todo lo posible por avanzar en una sociedad que aun puede salir adelante.